Las hemos oído mencionar hasta la saciedad en series como Lie To Me, siendo “protagonistas” en el arte de determinar si una persona está mintiendo o no; sabemos que tienen que ver con las expresiones de nuestro rostro, pero ¿Qué son realmente? ¿Cómo se manifiestan?
Las microexpresiones son movimientos involuntarios de los músculos de la cara, en momentos especialmente emotivos y que estén relacionados con una situación que pueda provocarnos ansiedad; ya sea por motivos positivos o negativos. En la actualidad, se ha determinado que las siete emociones básicas (Alegría, rabia, tristeza, sorpresa, desprecio, miedo y asco) no pueden ser “falsificadas”, pues los músculos de la cara se mueven, en la mayoría de los casos, de manera automática, y no hay forma que podamos reproducir esos movimientos perfectamente de manera consciente, aún con mucha práctica. Inclusive los actores profesionales, cuyo trabajo versa precisamente en tal falsificación, no podrían ser más efectivos que un no iniciado en las artes escénicas si se enfrenta a una situación de peligro inminente, o de profundo estrés emocional, pues su reacción será tan primaria como la nuestra.
Automáticas e involuntarias
Las microexpresiones se llaman así no precisamente porque sean muy pequeñas, sino porque su duración en el rostro humano es increíblemente corta (aproximadamente la vigésima parte de un segundo). A tal velocidad, y combinándola con la conversación, los movimientos del cuerpo, los gestos manuales y la iluminación (todos elementos distractores), es muy posbile pasarlas por alto. Es por ello que para un estudio verdadero de esos micromovimientos, es necesario filmar a alta definición al sujeto, para que tengamos la posibilidad posterior de ver la grabación una y otra vez, si es posible cuadro a cuadro.
Para facilitar su estudio, Paul Ekman, un científico estadounidense, creó el Facial Action Coding System (FACS), que es un método para clasificar los movimientos asociados a los músculos de la cara . Puesto que combinar los movimientos de músculos individuales sería una tarea titánica a la vez que poco práctica, Ekman decidió agrupar los músculos en “clusters” o Unidades de Acción, de tal manera que fuese más fácil su clasificación. Claro está, la frase “más fácil” es un eufemismo que se queda corto, pues aún con esta aproximación simplificada es posible contar más de 10.000 expresiones faciales distintas.
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